Toniná. Sangre para los Dioses Mayas

Toniná.
Sangre para los Dioses Mayas

La ida a Toniná estuvo llena de incertidumbre. Un poblado se había tomado la carretera de San Cristóbal a Ocosingo y estaba cerrado el paso. Yo tenía poco tiempo, ya que al día siguiente tenía que retornar a Tuxtla, para viajar al DF. En la combi (pequeño bus) nadie se atrevía a decir cuál era el problema. Nos tuvieron parados como una hora. Para pasar había que pagar una cuota a la comunidad. Cuando pudimos cruzar, se veía un lienzo en contra de unas autoridades del gobierno, los voceros hablaban en megáfono en lengua indígena, por lo que no entendía nada y una turba de 120 personas miraba amenazante los autos que pasaban.

José, un gran jefe maya y yo.
Finalmente llegué a Ocosingo, un pueblo de selva, me hizo recordar la amazonía; el calor, la humedad, ser el otro, en medio de rostros que me miraban extrañados. Las mujeres con sus atuendos originarios, las bananas, los borrachos, los tacos, la cultura…


Una ventana maya al infinito

Un baño Maya. 
Me desperté a las 6:30 am del día domingo. Tomé un breve desayuno y fui al mercado típico. Me iba a subir a una combi, pero estaba vacía, y tenía que esperar a que llegaran los pasajeros. Calculé un mínimo de 45 minutos, así que opté por un taxi. Cuando nos acercábamos al sitio, me di cuenta que la movilización era escasa, porque habían muchas personas esperando colectivos. Por lo que opté por volverme con José, el chofer del taxi.

Terminal de Ocosingo.
Toniná significa lugar de las piedras en lengua maya Zental, que se habla en la selva Lacandona. Fue hallada por la cultura occidental en 1690 por Fray Jacinto Garrido de la orden de los Dominicos, ya que los mayas le decían que había una ciudad perdida llena de piedras y túneles. El emplazamiento corresponde al período clásico maya, del 300 al 900 de esta era.

Toniná visto desde la carretera.

La ciudad de Toniná está en medio de la selva, rodeada de campos y animales. Su templo principal, la pirámide del sol (Kin en maya), está alineada para que en el equinoccio de primavera del 21 de marzo, el sol pase sobre el altar a medio día. Se ha descubierto el 30% de todo. Desde el templo del sol, se puede apreciar que aún descansan muchas construcciones escondidas bajo los árboles.

El templo del sol (kin)
Pasajes de Toniná.
Fui a Toniná junto a José, el chofer del taxi. Toniná es un sitio maya glorioso, las pirámides se levantan futurísticamente en medio de la selva verde. Nos guió, Rogelio, un joven maya de la zona. Sabía mucho, había aprendido con el arqueólogo que estaba desenterrando Toniná desde hace 30 años. Nos contó que los mayas formaban ciudades o señoríos autónomos y que entablaban guerras con sus vecinos. Al parecer, la vida de Toniná giró en torno a Palenke, la ciudad de Pakal el grande. Los jeroglifos indicaban que Bagnal Chak (cráneo del dios del agua), un jefe guerrero de Toniná, había apresado a ambos hijos de Pakal. El primogénito, Kam Balam, habría sido sacrificado en honor a los dioses el 700 de esta era. El último hijo, Kanchul (que significa pequeño cerdo) estuvo 9 años preso y finalmente fue muerto después de un juego de pelota. Aquello habría ocasionado la caída de Palenque en el 800 de esta era.

El juego de pelota con uno de los hijos de Pakal listo para el sacrificio

Un hijo de Pakal prisionero
Rogelio manifestaba cierto celo hacia Palenque, Yaxchilán y Bonampak, los sitios mayas del clásico con mayores visitas y que fueron los primeros en ser “descubiertos”. Le gustaría que Toniná fuera más concurrido, que se supiera más su importancia. Decía que los murales de Bonampak eran chicos y que ya no se podían ver bien, ya que estaban cubiertos por un vidrio.


Toniná
Los mayas construyeron una sociedad estratificada, el pueblo no podía subir a los templos principales. Los reyes, una dinastía, veían todo su reinado desde las alturas. Realizaban sacrificios de los enemigos, ofrendaban sangre y corazones a los dioses. Cuando los reyes temían algún riesgo, ellos mismos ofrendaban sangre, hasta que perdían la conciencia, o hasta que cambiaban su estado ordinario. Se cortaban las venas de las muñecas y a veces se perforaban el pene con espinas o lancetas de mantarrayas.

Vista desde el templo del sol.
La cosmovisión y el misticismo estaban plasmadas en su cultura. Al parecer sus construcciones estaban acondicionadas para cambiar el estado de conciencia de los pobladores. Los túneles que representan el inframundo generan un efecto subjetivo que te traslada a otra dimensión. Lo mismo sucede en la cumbre los templos, donde la vista del paisaje y la magnificencia de las construcciones producen un inevitable sentimiento. Pero su conocimiento no era accesible para todos. El elitismo maya me hace sospechar de las interpretaciones puramente místicas que se hacen sobre ellos, ya que también hubo guerra, violencia, dominio y tortura.

Un jugador de pelota maya "tocando" con la cadera.

Mural que representa las distintas fases o soles de la historia maya.
Nos fuimos a las 11:40 de allá. José me fue a dejar al terminal de Ocosingo, tomé una camioneta hasta el bloqueo del camino y después un taxi hasta San Cristóbal. Llegué acá a las 14:00 así que se acabó el problema del horario. Me fui contento, la agitación inicial se desvaneció en la selva, se fue con el canto de los pájaros y se fundió en el silencio de Toniná. Quedé con un sentimiento de felicidad, quizás los antiguos tenían razón al considerar el sufrimiento como una fuente de purificación. La tensión, la espera y la incertidumbre fue mi pequeño sacrificio para alcanzar la cima de la antigua ciudad maya.

Cerámica que representa un culto al cacao.

Rostros de los mayas antiguos
Un prisionero de Toniná.




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