LOS CHANGOS DEL MÉDANO


Los Changos del Médano

En la espesura recóndita de la cordillera nortina de la costa, cerca de las inmediaciones de Taltal, se encuentra escondido un sitio arqueológico de proporciones. El Médano se le ha llamado a la quebrada que resguarda a un antiguo centro rupestre de los pueblos changos.

Grupo de Guanacos.

Para llegar al Médano se requiere un gran guía (Javier “Pitoro” Mercado), esfuerzo y perseverancia, ya que el sitio es de difícil acceso, y requiere caminar por un sol apremiante que exigirá sudor a los visitantes.
Las pinturas son de color rojo intenso, que han logrado vencer el paso del tiempo, el clima seco y caluroso, para inmortalizar a los antiguos artistas que plasmaron aspectos de su vida y cosmovisión en enormes rocas.



Las pictografías muestran el mar como la fuente primordial de alimento, así como la pericia para capturarlo. La versión oficial plantea que los changos cazaban ballenas, debido al cruce de información entre estas imágenes y algunas crónicas coloniales. No obstante, las interpretaciones actuales dudan de aquella hipótesis, ya que no se ha encontrado evidencias materiales de la caza. Por otro lado, es muy difícil que las embarcaciones pequeñas, hubieran podido arrastrar a los enormes mamíferos del océano, sin haberse hundido en el intento.

Ballenas en movimiento.

Como diría Mircea Eliade, los pueblos antiguos destacaban por una visión sagrada del tiempo, en que su mundo circundante era divino. Las rocas, las montañas, los ríos, los animales eran objeto de veneración. En el tiempo sagrado, nacen los rituales como aspecto material de algún mito originario. Los antiguos pueblos tenían ceremonias donde cerraban el pasado y daban inicio a un nuevo futuro, concibiendo el tiempo como un ciclo de eterno retorno.

Uno de los paneles con mayores pictografías.

Por otra parte, nuestra sociedad científica, ha dividido el tiempo en sagrado y profano, este último se deriva de la explotación de la naturaleza, dejando de percibirla divina, sino como un recurso instrumental. Se vive un tiempo cotidiano que profana lo sagrado y perpetúa el paso del tiempo, creando la historia por medio de hitos recordados eternamente.

Guanacos y un pequeño cazador.

Desde el punto de vista de Mircea Eliade, el Médano podría representar un espacio sagrado de los pueblos changos, un lugar escogido por sus características energéticas o magnéticas, donde expresaron su relación con los animales (ballenas, peces, tortugas, guanacos, entre otros), que consideraban sagrados, eran seres que connotaban más que un simple recurso de subsistencia, teniendo significados espirituales.

La Expedición.

El paso del tiempo nos deja los vestigios materiales, y nos maravillamos con la sobrevivencia y cosmovisión de nuestros ancestros, pero la materia viva, lo sensible que vivió en lo cotidiano de aquellos míticos pescadores, quedará en el silencio del viento, en los caminos recorridos, en el color de las pinturas y en el deleite de cada observador, que podrá experimentar, quizás algo parecido, a lo que aquel chango dejó al salir del secreto mar de Taltal.

Niebla vista desde la cordillera de la costa.

Comentarios