El Cortador de Cabeza, una similitud del Sur y el Norte de América.

El Cortador de Cabeza

Para hablar con propiedad sobre una teoría de la Migración Americana, es necesario tener evidencias concretas que comprueben similitudes entre las antiguas culturas del Sur con las del Norte. Esos parecidos abrirán la pregunta sobre las razones y una de las teorías más acertadas sería la de suponer relaciones entre los pueblos de América.

Otros ámbitos teóricos que podrán abrirse ante la eventual evidencia, sería la de considerar la existencia de una o algunas culturas antiguas que influyeron sobre otras, y que ese antiguo ancestro o cultura fundadora se encontraría oculta entre las leyendas y mitologías de los ancestros. Tal es el caso de la existencia de los Atlantes, o los Hiperborios.



El presente artículo, se refiere principalmente al primer punto, es decir al hallazgo de similitudes de prácticas culturas y religiosas de los ancestros del Sur con los del Norte. Tal es el caso de la figura del cortador de cabeza, registrada tanto en México como en el Perú.

En México, cerca de la costa atlántica, entre las ciudades de Cancún y Tulum, es posible apreciar en los murales Maya de la ciudad de Chichen Itza (525 DC aprox.), al cortador de cabeza, quien aparece como un hombre vestido con suntuosos atuendos, que en su brazo izquierdo lleva una cabeza humana y en su marcha es acompañado por una gran Águila que entre sus garras tiene un corazón. También lo siguen serpientes de  variados tamaños, destacando  la temida cascabel.

Cortador de Cabeza. Cultura Maya, México.

Por otra parte, en el Perú, dirigiéndonos hacia la costa pacífico del sur del continente, cerca de a ciudad de Trujillo, casi en la frontera que separa a Perú de Ecuador, se encuentran los vestigios de una gran cultura llamada los Moches (100 AC - 800 DC). Estos antiguos guerreros vivían muy bien de la agricultura y pesca, así como del comercio que establecieron con sus vecinos amazónicos y quien sabe con que frecuencia, con sus lejanos compatriotas Mayas.

Los Moches, así como los Mayas, realizaron templos en forma de pirámides truncas, en los cuales adoraron a sus dioses y reyes, entre ellos a Ai aipuec, el temido Dios decapitador. Se cuenta que a los enemigos capturados o  los guerreros vencidos, se los sacrificaba bajo el Cerro Blanco, donde irguieron su colosal templo, llamado Huaca de la Luna.

En este lugar sagrado, es posible encontrar la figura del Cortador de Cabeza, sin embargo en vez de ser un humano el que transporta una cabeza, se encuentra el dios Ai aipuec, como un extraño ser antropozoomorfo, mitad humano, mitad reptil quien lleva un cráneo en su mano izquierda, sobre el también se encuentra una serpiente grande que lo acompaña en su andar.

Cortador de Cabeza. Cultura Mochica, Perú.

Estas similitudes hacen pensar sobre la naturaleza del sacrificio humano en la antigüedad, ¿cuáles fueron las razones que motivaron a los ancestros a ofrendar vidas humanas a los dioses? Los antropólogos, consideran que todo rito proviene de un mito y en ese sentido, los Mayas creían que los dioses se habían sacrificado para darle vida a los humanos en el planeta, es por esa razón que los humanos ahora tenían que dar sus vidas para engrandecer a sus creadores.

Cabeza sacrificada, cultura Maya, Chichen Itza.

Los Mochicas, por su parte realizaban sus rituales de sacrifiicio en la Huaca de La Luna, a los ofrendados los preparaba con una bebida alucinógena a base del cáctus Huachuma, actualmente conocido como San Pedro. Se piensa que los sacrificios los realizaban para aplacar la ira de los dioses, quienes provocaban las inundaciones o escases de lluvias, entre otros extremos fenómenos climáticos.

Cabeza Cortada, Cultura Moche, Perú.

Los Mayas de Chichén Itza, fueron resultado de una fusión entre los tradicionales Mayas, junto con los Toltecas, quienes emigraron del centro norte del actual México. Ellos adoraban a Cuculcán, la gloriosa y antiquísima deidad de las culturas mesoamericanas. Cuculcán se representa como la serpiente emplumada, la conexión irresoluta de las fuerzas de la tierra (serpiente) con las energía del cielo (águila).

Cerámica Mochica, representando al Dios Ai Aipaec.

Los Mochicas realizaban sus rituales en honor a Ai Aipuec, quien era representado como una mezcla de varios animales, como el jaguar, la serpiente y el humano, portando en sus manos un rostro humano. En la figura que se muestra se puede apreciar al dios con cuatro serpientes que salen de su cuerpo, detalle similar al cortador de cabeza de los Mayas, quien también es retratado con reptiles que salen de su cuerpo, dándole un  poder atemorizante.

Las serpientes salen del cuerpo del sacrificador Maya.

La aparición del cortador de cabeza, tanto en norte y sur de América, sugieren fuertemente las conexiones o influencias entre los antiguos ancestros, si bien estos hallazgos pueden dar cabida a diferente interpretaciones, es dado pensar en la comunicación del Sur con el Norte. 

El sacrificio humano, realizado por los antiguos ancestros americanos, ha sido uno de los temas más juzgados por la opinión pública actual, y fue una de las justificaciones que los invasores españoles encontraron para realizar sus masacres y múltiples violaciones a las culturas originarias de América. No obstante, es necesario conocer la espiritualidad que motivaba a los pueblos a ofrendar sus vidas al sacrificio.

Algunos de las creencias de los antiguos, fue que al dar algo valioso de si mismo, ellos engrandecían el poder del espíritu, y el éste considerado como la energía primordial que otorga la vida y la cual proviene de una gran fuente de poder primigenio, del cual emanan las figuras del universo. A estos centros de energía son los que ellos consideraban dioses. Lo anterior revela conexiones ocultas con el mundo espiritual, debido a que sentían que al ofrendar sus vidas, estaban haciendo un bien a su Dios, a su pueblo y su descendencia.


Es importante recordar que, aunque hayan diferentes motivaciones para realizar sacrificios humanos, estos siempre se han realizado a lo largo de la historia. Los españoles que tanto se alarmaron de las prácticas de los antiguos americanos, realizaban diariamente sacrificios masivos con los habitantes de América. En la actualidad es posible ver como naciones completas, sumidas en la misera, esclavitud y abandono, continúan sirviendo a las diferentes potencias "civilizadoras".

Los siguientes artículos expondrán más parecidos entre los diversos pueblos de la antigua América, revelando que el pasado pudo ser bastante activo y dinámico, donde no ha quedado registro directo sobre las influencias e intercambios, sin embargo, en lo más escondido y a la vez evidente, se encuentran las huellas del glorioso pasado Americano. Pasado silencioso para que quien no escucha, pero rodeado de una acústica mística para quien se detiene a contemplarlo.



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