Historias de la Selva (Primera parte)

Estuvimos durmiendo dos días en el interior de la selva peruana. Nos adentramos en una reserva cercana a la mítica ciudad de Iquitos, la sensación fue alucinante. Los insectos que cantaban en la noche, los mosquitos que nos dejaron incontables picadas, las luciérnagas brillantes en la noche, hacen de la selva un lugar único, que se asemeja a lo más inconsciente de la naturaleza.

Inconsciente porque están todos los instintos en formas de animales salvajes, atentos a hacerte su presa. Un montón de vida salvaje y animal está viviendo y compartiendo ese espacio, donde prima el depredador sobre el depredado.



La vida es perpetua en la selva, está destinada a reproducirse. Para producir la vida, algunas especies deben perecer. Si nos vamos al terreno de la Teología, encontramos un terreno fértil para entender el principio de la vida. El principio de la vida es lo que los religiosos llaman Dios, que es la creación de la vida, el génesis del ser humano, del mundo y el Universo. El principio de la muerte, es la maldad, todo lo relacionado con la oscuridad. La religión hegemónica, la católica, relega en un segundo plano al Diablo y sus secuaces, ya que los considera opositores a Jesús.

Sin embargo, estando en la selva, con todos los peligros latentes. Uno se da cuenta que la vida (Dios) no puede existir sin la muerte (Diablo), ya que el alimento básico es la vida de otro ser. Por ende, el diablo también es sagrado.



En el terreno de la psicología profunda, el inconsciente aloja a todos los instintos. Freud los llamó Eros y Tanatos, creación y destrucción, amor y odio, amalgamados en un mismo todo. Polaridades aparentes que forman una unidad. La selva aloja a todos los instintos, sobrevivencia, caza, depredación. Las formas que adquieren son infinitas, representadas en múltiples especies de animales e insectos.

Un niño de 13 años llamado Richard, me contaba que hacía dos años había visto al Otorongo, el jaguar rey de la selva del amazonas. Me contaba que estaba durmiendo, cuando los vecinos fueron a avisarle, que la bestia estaba en el patio de su casa.

Su tío aventó el arma y se fueron al patio en la búsqueda del temido animal. Algo raro se movía en la casa del perro. Al acercarse, sorprendieron al Otorongo comiéndose brutalmente al perro de la casa, lo había casado mientras, el mejor amigo del hombre, dormía.

Con el fuerte sonido de los disparos, el Jaguar salió corriendo velozmente hasta perderse en la espesura de la selva, que testificaba todo el asesinato/sacrificio del malogrado perro guardián.



Muchos monos, ratones gigantes, miles de aves, anacondas, serpientes venenosas, otorongos negros, cocodrilos blancos y arañas gigantes, están allí sobreviviendo.

La selva, como todo lugar, tiene un aspecto luminoso y otro oscuro. Pero en la jungla estas dos esferas son muy impresionantes. El lado oscuro de la selva está integrado por las tribus salvajes, los pela caras y el narcotráfico. La luz está dada por la medicina amazónica, cuyas poderosas medicinas naturales han sido capaces de curar enfermedades tan poderosas como el cáncer y el Sida.

Se cuenta que por los años 50 había tribus salvajes especializadas en matar personas. Los lugareños les llamaban indios malos. Tumbaban con cerbatanas y trampas a los exploradores y personas de otras tribus. Los cuerpos los dejaban todos juntos en grandes fosas.

Pero muchos de ellos fueron matados y hoy viven en sectores profundos de la selva amazónica. Pero ojo que aún existen.


Hace tiempo atrás se comenzó a encontrar cadáveres de personas sin la piel de la cara. Era gente local o guías que aparecían muertos en medio de la selva. Se cuenta que venían turistas encubiertos a sacar la piel y grasa de seres humanos para fines desconocidos, pero se especula que era para hacer cosméticos en el extranjero.

También hoy la guerrilla se ha levantado fuertemente, como si fueran descendientes de las tribus mata hombres. La guerrilla defiende el narcotráfico, ya que en esta zona de la selva hay muchas plantaciones de coca y fábricas de Cocaína y Pasta Base.

Hay mucho tráfico de coca, la cual es enviada a diferentes partes del mundo, sorteando los controles policiales locales. La droga mueve mucho dinero, y muchos lo saben. Cuando la desesperación ataca y no hay dinero ni trabajo, la droga es una tentación que derriba grandes voluntades.



Hay muchos traficantes del negocio de la droga, son los encargados de cruzar fronteras y aeropuertos con maletas cargadas de bolsas. También hay muchos presos por cocaína, saben que arriesgan penas de ocho años de cárcel por ser sorprendidos portando el polvo blanco. Pero se lanzan igual y viven con grandes coches y televisores. La relación cocaína/lujo es como selva/insecto.

Si no cumples con tu palabra, sabes que tu vida corre peligro. La vida se quita fácilmente si no cumples con tu palabra. Si engañas a uno con poder, sabes que puedes ser asesinado, incluso al frente de tu familia.

La guerrilla y la coca no es una vida fácil. Todo llega y se va rápido como una inhalada de la blanca línea.



En la selva se cuentan muchas leyendas. Los lugareños las cuentan con tal veracidad que puede hacer dudar al más duro escéptico. Se cuenta la leyenda de una serpiente gigante de 40 metros, 2 o 3 metro de diámetro, llamada Sachamama, la cual vive en las grandes lagunas de la selva. Cuando se muda de hogar, la laguna se seca y mueren todos los peces y seres vivos, ya que es la madre de ese lugar, la que da vida a todas las especies vivientes. Al moverse, su huella genera otros ríos, ya que sus huellas, en forma de surcos extensos, son muy grandes.

Muchas personas han visto sirenas en el río, las cuales salen a flote en las zonas de grandes corrientes y fuerte remolinos. Se llevan hombres para que sean sus esposos en otro mundo. Se cuenta que los chamanes tienen la capacidad de comunicarse con ellas.

Se cuenta que los bufeos rosados, los delfines de río, en las noches de luna llena, se transforman en hombres y salen a conquistar chicas. Se cuenta que cuando una mujer queda embarazada de un bufeo, pare un pequeño delfín.



Un jaguar salvaje, que es de color negro. El Yanapuma, es terrible su sed de sangre y su pericia para cazar humanos, una bestia temible.

Todos los mitos tienen un principio de realidad, alguna vez alguien vio realmente al ser extraño o interpretó exageradamente lo presenciado. La enseñanza práctica de los mitos es que hay que andar con mucho cuidado con la naturaleza, ya que hay muchas especies extrañas que no conocemos y podemos estar a su antojo.

Además cada lugar tiene su mística, una forma peculiar de movimiento que lo hace ser como es. De este universo de energía emergen infinitas formas de vida conocida y desconocida. Los mitos y leyendas, nos sirven para conocer la cultura e idiosincrasia de los lugares. A través de las historias de la selva, uno recién empieza a concebir lo que realmente significa nacer y vivir allí.

Comentarios

  1. Que impactante relato..., un deleite..., y nos hace reconocernos como seres duales que somos luz- oscuridad, vida-muerte, me quedo con la parte mitos y leyendas..., más amable aunque no menos selvática y salvaje..

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