Los Antiguos Reinantes

Mientras estaba en el Cusco, leí un poco de historia de los Inkas. Uno de los autores más reconocidos es el Inka Garcilaso de la Vega, quien dicen inspiró a Tupak Amaru II. Después de leer su libro llamado "Comentarios Reales de los Inkas", y visitar varias ruinas, me senté en una banca de Tambo Machay (una posada donde solamente el rey Inka podía ingresar), a escribir un poema histórico. Después de corregirlo me decidí a publicarlo. Se llama los Antiguos Reinantes.

Los Antiguos Reinantes

Años atrás,

Inkas sagrados y monárquicos

Dominaron los bellos valles del Cusco,

Recorrieron la sierra del altiplano

Construyeron en las difíciles montañas de los Andes

Pescaron en la abundante costa del Pacífico

Y se fortificaron en la espesa selva del Amazonas.

Los cóndores vigilaban sus cielos

Los pumas de las montañas les daban sus fuerzas

Y las serpientes de la selva los cargaban de sabiduría.

Su forma de ver el mundo

Lleno de encantos mágicos hacia los dioses

Protegió con un velo místico sus templos

Erguidos con esfuerzo e inspiración divina.

A través de los mensajes canalizados por sus sacerdotes

Escogían con detallada intuición

El lugar donde realizarían sus ritos.

¡Qué manera de adorar los elementos naturales!

Tan simples como sagrados

El sol, la luna, el agua, las llamas y la tierra.

Pero una de esas terribles noches

El rey Huascar desconfió de su hermano Atahualpa

Con dura intención lo citó en el Cusco

Para que aceptara su obediencia

Con justa razón lo miró con recelo

Ya que Atahualpa le preparaba una emboscada

Y el hermano ocupó el trono que no le correspondía.

Esa horrible mañana, una orden imperial

Mandaba a matar los descendientes de los inkas

Quienes sufrieron las crueldades de Atahualpa.

Al caer el sol

Los españoles planeaban una invasión horrorosa

Con la ambición del oro entre sus ojos

Y el dedo en el gatillo,

Penetraron territorio incaico

Con maldad sumada a estrategia.

Esa miserable noche, la luna se pintó de rojo

Se incubó la decadencia en un reino en crisis

Y el apogeo Inka ya nunca más volvió a brillar.

Los hijos del sol se sometieron

A una oscuridad perpetua

Muertes, saqueos, sacrilegios y destrucción

Opacó la antigua civilización.

El invasor español gobernó al ex gobernante

Sometió la cultura incaica

Como ellos lo habían hecho

Antes con los nazcas, chancas y changos.

Así nació nuestra América mestiza

Fruto de un cruce violento entre dos culturas

Opuestas y expuestas al enfrentamiento.

Ahora, caminamos como turistas

Embelesados por las antiguas ruinas

Creyendo sentir lo que el Inka sentía.

Descubriendo intrincados secretos guardados en las piedras

Apreciando la perfección de las construcciones

Oliendo las hierbas medicinales

Ofrendando paz a los antiguos reinantes

Deseándoles la vida en su triste muerte

Y por sobre todo

Haciéndoles sentir a sus espíritus

Que aun sabemos que nadie podrá ocupar

Su lugar acá, en la antigua y aguerrida América