Tras habernos venido a vivir a la
región de Los Ríos, comenzamos a buscar nuevos sitios
emplazados en el sur de Chile. Desde los petroglifos que encontramos en el
seco, caluroso y semi desértico valle del Choapa, tuvimos que hacer un giro para encontrar el
rastro del ancestro en un terreno verde, húmedo, lluvioso y frío.
Haciendo contactos con diversas comunidades Mapuche Lafquenche y
Williche, comunicándonos con grupos especialistas en piedras tacitas, logramos
dar con la cuenca del lago Ranco, un lugar histórico, de gran relevancia
cultural y ancestral.
Gracias a Marcos Moncada, miembro
del Grupo Tacitas, logramos seguir la pista de varios sectores asociados a
petroglifos y piedras tacitas del lago Ranco. Nos tardamos algunos meses en
coordinar una salida a terreno, hasta que el pasado 27 y 28 de septiembre
iniciamos una excursión hacia Bahía Coique, un lugar reconocido por sus
vestigios arqueológicos.
Una vez llegamos a Bahia Coique, asombra
la presencia del lago Ranco, el tercero más grande de Chile y que tiene una
historia de magia, cultura y resistencia mapuche que se mantiene actualmente.
Cuando preguntamos sobre las tacitas a los lugareños, ellos nos dieron
coordenadas que al principio sonaron confusas. Por ejemplo; “siga derechito, después hay un letrero que
dice canchas de tenis, por ese camino no se meta, tampoco tiene que dentrar
hacia la playa, siga hasta que vea un camino de piedras, allí sigue y como a 10
minutos va a ver una pampita, allí están esas piedras, nosotros les llamamos
piedra de los platos o de las tazas porque tienen unos hoyos así grandes…”
Vista desde la Piedra Tacita
Confiando en las indicaciones,
seguimos esa ruta, siempre inseguros de si realmente habíamos entendido bien. Llegamos
a un sector residencial, compuesto por
grandes casas de veraneo, donde consultamos a Arturo, un cuidador que
estaba trabajando el huerto de su patrón. Él nos dijo que había escuchado sobre
las piedras, pero que no las conocía.
Arturo nos dijo que las piedras
estaban en terrenos de Piñera, que había
cruzar un cerco y que, por sobre todas las cosas, había que caminar seguros de
que las íbamos a encontrar, que era la manera de hallarlas.
No pude ocultar mi asombro de que ahora los sitios ancestrales están en los fundos de los personajes más millonarios del país. En el norte, muchos sitios son parte o colindan con las propiedades de Luksic, y en el sur las piedras tacitas están en tierras de Piñera.
Me dijo que hace unos meses
habían venido unos españoles y que su hijo los había llevado. De repente se
acordó y me dijo, pero aquí el patrón
tiene una piedra en su sitio, y nos invitó a visitarla. Efectivamente había
una tacita, donde los perros suelen tomar agua. Empecé a darme cuenta que todo
ese sector debió haber sido un sitio de alta ocupación, donde las tacitas
quizás indicaban un sitio habitacional de las familias o clanes, y como
investigó Latcham hace varios años (1924), las comunidades debieron haber
adorado a las piedras (Cura en lengua mapuche) donde posiblemente dejaban
ofrendas o las utilizaban para depositar agua (Co en mapudungun) que
representaba regalos a los dioses.
Los perros beben agua de algunas tacitas.
Cruzamos el fundo de Piñera, y
nos encontramos con una pampa extensa donde descansaban varios montículos de roca. Entre uno de ellos, se debía encontrar la famosa pieza lítica. Seguimos
caminando y hallamos un grupo de vacas enormes que nos miraba curiosas, crucé un
cerco y llegué a una gran piedra que estaba a ras de suelo, allí había una
tacita alargada.
Seguí caminando hasta que vi un
pequeño montículo formado por rocas, subí ese cerro y hallé la bella piedra
que tenía unos 14 orificios de forma elíptica. Me llamaron la atención las
diferencias que habían con las tacitas del norte que se destacan por
ser más redondas, estas eran alargadas y extensas. Me situé en el lugar
y me imaginé a las caravanas que venían a celebrar ceremonias (wetripantu o
nguillatun), o a discutir temas (trawun o cawin).
El sitio está emplazado en
una posición estratégica desde donde se ve la Bahía Coique, las montañas
de la cordillera y el sur del lago Ranco. Por su ubicación espacial debió ser un sitio de reuniones, que los pueblos
consideraban sagrado, en el que marcaron con tacitas la importancia de esa piedra, que en lengua mapuche se llama cura
cahuín, o piedra de encuentro. Me quedé con la duda de si este sitio seguía siendo ocupado, pero seguramente está en la memoria de las comunidades aledañas que mantienen firmemente su propósito y cuidado de estas tierras sagradas.
Gran trabajo!, tu publicación y experiencia supone la vivencia y la magia que significa encontrar estos lugares sagrados, los mismos lugareños hablan de la "convicción" que hay que tener para encontrarlos y así es. Seguramente para Piñera y Lukcic son simple orificios en las piedras.
ResponderEliminarUn abrazo
Andrés Sandoval
Piñera y Lukcic saben que esos agujeros no son simples oquedades en las rocas.-
EliminarQue valioso aporte , rescatar nuestra cultura y lugares sagrados, que tan bien nos haría tener en el presente. Gracias Javier por tu interés, tu preocupación y eterno maravillarte, descubrir y compartir.
ResponderEliminarSúper interesante Javier! sobre todo eso de las tacitas de forma oval...muy raro....
ResponderEliminarBueno, un abrazo compadre!
Hola, has visitado alguna vez Petorca, 5 región? hay muchos vestigios también de piedras tacitas, cuevas, petroglifos y cerámicas, de los batos y los diaguitas =)
ResponderEliminarHola, no he organizado una expedición a Petorca, ahora estoy en el sur, y estoy viendo sitios por acá. pero me encantaría visitar Petorca, he averiguado que hay vestigios importantes allá.
Eliminarcuando quieras, me avisas y organizamos la expedición, hay muchos lugares que visitar!!!
EliminarHola Javier.
ResponderEliminarBuenas noticias: http://tacitas.blogspot.com/2015/07/miembro-de-nuestro-grupo-ganador-en.html
Hola
ResponderEliminarGran trabajo el que se refleja en estas paginas. Me gusto mucho la redaccion que tienes
Que pena que no sigas haciendolo
Animo! Siempre hay algo que mostrar
Saludos
Hola! pronto tendremos nuevas publicaciones, gracias!!
ResponderEliminarYo soy Pamela y vivo en Futrono. Toda mi vida vivi en coique y siempre visitamos las piedras porque son muy hermosas. Lamentablemente en futrono no se habla mucho de ella o el significado que tienen. Como dije yo las conosco porque mi padre siempre trabajo en ese fundo. Saludos
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