Salamanca
Derribando Mitos de un Pasado Desconocido
En febrero del 2014, junto al
equipo de Origen Americano, emprendimos un viaje de exploración por el valle
del Choapa, donde incursionamos en sectores para nosotros desconocidos, como el valle de Chalinga, cercano a Salamanca. El lugar nos maravilló por sus montañas, historias,
petroglifos y personas. Acá les dejo
unas palabras e imágenes que reflejan parte de esta memoria.
Manquehua. Cerro Sagrado de Salamanca.
Cuando llegué a Salamanca
esperaba encontrar historias sobre brujos. No sabía mucho sobre este lugar,
solamente merodeaba en mi mente las historias de los brujos y lo encantado que
estaban estos valles. Por datos que nos dio un amigo, llegamos al valle de Chalinga,
que es un sector que queda unos 5 kilómetros antes de llegar al pueblo de
Salamanca. Nos metimos por un camino de tierra, que daba origen a un poblado
rural, adornado con casas típicas, cobijado por senderos enormes de montañas
andinas.
Vista del Valle de Chalinga.
Nos quedamos en el camping Taukan,
donde pudimos conversar con su dueña, la señora Teresa, quien nos enriqueció
con conversaciones que nos hicieron derribar muchos mitos e historias falsas
sobre Salamanca.
Petroglifo del pueblo de Chalinga.
Lo primero que me llamó la
atención fue la inmensa cantidad de registros arqueológicos del valle. Es
impresionante la cantidad de petroglifos que se esconden sigilosamente en estas
montañas. Yo pensaba que los Diaguitas eran expertos solamente en cerámicas
(jarros patos), pero después de estar explorando por acá, me percaté que este
sector corresponde a uno de los mayores centros patrimoniales precolombinos de
Chile.
Petroglifo del sector Alameda.
Los petroglifos sugieren un vasto
conocimiento cultural que los diaguitas tenían de su entorno. Algunos
interpretan un elevado conocimiento chamánico, otros dicen que expresaron su
sabiduría astronómica, otros ven símbolos artísticos, algunos aseguran que
plasmaron su visión de la agricultura y geografía.
Petroglifos de la Alameda.
Lo que puedo aseverar es que los
dibujos en las piedras, sugieren la complejidad de una gran cultura, que
comparte símbolos con el resto de los pueblos precolombinos, como por ejemplo
la fusión entre humanos y animales, destaca la presencia de símbolos
escalonados y en espiral, aparecen seres sobrenaturales, la alusión a estados
alterados de conciencia, entre otros.
En las conversaciones con la
señora Taukan, aparecieron muchas informaciones que son dignas de ser
conocidas, como por ejemplo la importancia de la montaña llamada Manquehua, que
es conocida por su famosa rajadura, que es una falla geológica que corta a este
enorme cerro en dos. Una mañana fuimos a visitar esta montaña y tuvimos la
sorpresa de ver un enorme petroglifo que apuntaba directamente a este sector.
Petroglifo de Chalinga.
La raja del Manquehua dio a
conocer el mito de la brujería en Salamanca, debido a que cuando llegaron los
españoles, los jefes de los pueblos se reunieron en esta gran cueva por las
noches. Los lugareños veían una fila de antorchas que se dirigían y se
escondían en los cerros. Me imagino que el terror a los invasores, la
incertidumbre del futuro, y la percepción de un gran cambio inevitable,
despertó la mentalidad mágica sobre brujos, que hizo idealizar y mitificar a
los curacas que se organizaban para enfrentar la gran amenaza que significaban
los españoles y su río de sangre.
Algunos dicen que no eran antorchas
las que se divisaban, sino que eran bolas de fuego que se escondían en la gran
grieta, y que en algunas fechas aún se pueden observar.
Petroglifo del valle de Chalinga.
Los mitos sobre los brujos,
tendrían una origen colonial, que habría comenzado con la política de extirpación
de idolotarías promulgada por el vaticano y la corona española, que negó toda
expresión espiritual y religiosa de los pueblos precolombinos.
Cueva y petroglifos.
Otro de los mitos que se
derribaron en esta visita, fue sobre la supuesta población Mapuche que habría
llegado solamente hasta la zona central del país. Si esto fuera así, no
comprendo por qué la toponomia Mapuche abunda en el valle del Choapa,
comenzando con Manquehua, que es una palabra mapudungun que significa lugar de
cóndores, destacan otros como Huintil (piedras pintadas), Illapel (pluma
dorada), Limahuida (montaña limpia). Podemos encontrar palabras Mapuche en el
valle del Limarí, como Tulahuen (lugar de remedios), entre otros. Estos nombres
podrían sugerir muchas cosas, como la presencia mapuche en el norte de Chile, o
bien el habla de su lengua en este territorio, o bien la influencia mapuche en
los diaguitas, lo que implicaría un cambio en la usual concepción del
poblamiento de este sector.
"Piedra del Mapa". Salamanca.
Uno de los últimos mitos
derribados en este viaje, fue la usual afirmación de que los Diaguitas están
“extintos”. Sin tomar mucho en cuenta la connotación de la palabra extinto, que
iguala a los pueblos a una categoría pre-histórica, quisiera destacar el hecho
que actualmente en Salamanca, hay una comunidad activa que está organizándose,
construyendo una identidad, y rescatando raíces ancestrales. La señora Taukan,
junto a su familia está re-apropiándose de sus raíces diaguitas, conformando un
grupo activo en manifestaciones culturales y sociales de Salamanca.
En resumen, esta visita enriqueció
aún más el panorama del origen americano en Chile, conociendo maravillas
ancestrales, historias precolombinas desconocidas y desmitificando un pasado
secreto que sobrevivió y sucumbió en este territorio, una tierra que se levanta
y que a hace hablar a los antepasados a través de las nuevas generaciones.
Petroglifo de Salamanca.
¡ Que interesante ! Gracias por compartir tus viajes, para los que no podemos viajar, de alguna forma estamos en cada lugar visitado.
ResponderEliminarGracias Mane, me alegro que hayas disfrutado el artículo. Saludos!
ResponderEliminarUna consulta esto petroglifo son cerca del Valle del Encanto?
ResponderEliminarhola Fernando, estas se encuentran en el valle del Choapa, más cercano a la zona central. El Valle del Encanto está en el valle del Limarí
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