Los Abuelos de Monte Verde
Puerto Montt.
Miércoles 8 de febrero
Impredecible,
atónitos quedaron los especialistas, no lograban creer que en una franja
angosta del lejano polo sur, se encontrarían los restos de una cultura
desconocida y la más antigua que se ha tenido rastro en todo el territorio
americano.
Creían que los más
antiguos se encontraban en terreno norteamericano, confirmando la ideológica
teoría que en la cuna del imperio yanqui, se encontraban los primeros
habitantes de nuestra querida tierra. Suponían que el Clovix era la evidencia
que respaldaba la tesis de que el poblamiento americano se había realizado
desde el estrecho de Bering hace más de 13 mil años atrás. Pero no, en una lejana pampa cerca de Puerto
Montt, en la décima región de los lagos de Chile, se encontraba el asentamiento
humano más antiguo que se halla descubierto, dado que Monte Verde fue datado en
14.800 años de antigüedad.
Junto a un lugareño que trabajó en las faenas arqueológicas.
Monte Verde queda a
28 km de la ciudad de Puerto Montt, es un sitio campesino rodeado de un valle
extenso y boscoso, donde se han encontrado restos de mastodontes, puntas de
proyectil, trozos de carne de animales extintos y una pisada de un niño que
quedó petrificada.
A simple vista el
sitio es un campo como cualquier otro, no obstante guarda secretos relevantes
para la humanidad. Monte Verde ha estado rodeado de polémicas inhóspitas,
mezquindades, saqueos que no le corresponden a la talla del hallazgo.
El lugar del hallazgo arqueológico más antiguo de América..
El sitio fue
comprado en los años 70 por un actual senador de la república, quien trajo a
dos arqueólogos a excavar. Uno era estadounidense y el otro era chileno, de la
ciudad de Valdivia. Cuando comenzaron a extraer los objetos (de incalculable
valor histórico), estos simplemente desaparecieron, tal como lo hicieron años
atrás los primeros ancestros de Monte Verde. Unos restos se encuentran en una
Universidad de Valdivia, pero no están a la vista del público.
El Senador dueño
del más antiguo sitio de América, no ha permitido que se realicen más trabajos
en la zona, despertando una fuerte resistencia en los amantes de la arqueología
local. Actualmente, un concejal de la comuna ha organizado una serie de tures
para promover la educación y el rescate de la cultura ancestral.
Me costó llegar.
Cuando me bajé del bus había viajado 14 horas desde Santiago hasta Puerto
Montt. En internet no había mucha
información sobre el sitio más antiguo de América. Se hablaba de un museo, que
ahora estaba cerrado y no habían rastros de cómo acceder a Monte Verde.
Pregunté en los microbuses y me dieron algunas vagas respuestas. Me subí a un
bus rumbo a Maullín, me dijeron que me bajara en un cruce. Así lo hice y cuando
caminé un kilómetro por un camino de piedra, me enfrenté a una bifurcación. Le
consulté a unos lugareños y me dijeron que lo que buscaba se encontraba en otra
entrada, que me había equivocado de camino.
Cartel del incipiente museo de Monte Verde.
Maldije a la
persona que me había indicado el camino, pero no obstante había estado cerca en
su señalización, al menos algo sabía de Monte Verde, ya que la mayoría que
consulté no sabía nada. Esperé en la
carretera a que me llevara otro bus, el cual me dejó en el sitio indicado, caminé
como 3 km hacia el interior hasta que pasó un auto que me llevó.
Iba un adulto
manejando y dos jóvenes más, les dije
que iba a Monte Verde, ellos me miraron asombrados, me examinaron de arriba a abajo.
Yo estaba con jeans, una gran mochila de camping, unos lentes de marco azul y
un instrumento de música en mi mano derecha. Parecía un loco santiaguino
buscando un sitio recóndito en medio del campo sureño. Se sonrieron y me
dijeron: nosotros trabajamos allá, somos
guías del lugar, súbete que te llevamos. Nos gusta que lleguen personas por
iniciativa propia a conocer nuestros antepasados. Un golpe de suerte, una
buena vibra, una atracción?, no lo sé, pero una conexión me indicaba que estaba
en buen camino.
La casa del Senador dueño del terreno "patrimonio nacional".
Los guías eran dos
jóvenes recién salidos del colegio, el se llamaba Mario y ella Clarisa. Mario vivía en Puerto Montt y Clara era de la zona de Monte Verde. Ambos habían
decidido trabajar en el sitio para rescatar las raíces de su pueblo. Gracias al
apoyo de un concejal habían viajado a España a estudiar el estilo de vida de
los antiguos y ahora realizaban tures educativos para enseñar sobre Monte
Verde, como sobrevivían, hacían fuego, cazaban y convivían con la naturaleza y
los animales.
Me llamó la
atención y admiré su vocación de servicio ante el hallazgo de Monte Verde, ya
que afirmaban que estos conocimientos debían ser devueltos a la gente, porque
se lo merecían. Estaban profundamente disgustados con la manera en que se había
tratado el sitio, con la egoísmo que había motivado el apropio por parte de
algunas personas, principalmente con los que habían realizado las excavaciones,
ya que lo más probable es que las piezas hayan sido vendidas a coleccionistas,
ya que no quedan rastros de ellas, solamente los resultados de los exámenes de
laboratorio.
Monte Verde había
sido capaz de mantener sus objetos gracias al volcán Calbuco que había tapado
gran parte de la zona con una fuerte erupción y las cenizas habían creado un
ambiente propicio para la conservación, dejando casi intacto un fogón, carne y
huesos de animales extintos, puntas de proyectil, una huella de un niño en el
barro, platos de madera, la papa más antigua del mundo y una tibia humana de
14800 años de antigüedad.
Últimamente se
había realizado un pozo de prospección, que consiste en que se toma una muestra
de varios metros de profundidad para ver el tiempo de data de los sitios. Este
examen había revelado que habían vestigios humanos de hace 33 mil años antes.
Mientras algunos
actuales ocupantes de la zona, se encargan de mantener en el olvido las huellas
del pasado, otros se encargan de preservarlo y difundirlo. Es la antigua lucha
de la luz y la oscuridad, que sigue
dando el vaivén del tiempo, quizás las mismas fuerzas que en un pasado lejano
tuvieron en paz y en guerra a los primeras familias de Monte Verde, aquel monte
testigo del paso de los años, del viento del olvido y de la dorada voluntad
humana que trata de preservarlo, para darle un sentido a su presente.
Muy interesante Javier, me he metido a tu blog y lo he encontrado una buena fuente de información,un abrazo y estamos en contacto!
ResponderEliminarhttp://www.bcnschool.com
Gracias Felipe, me alegro que hayas revisado este espacio. muchos saludosss
ResponderEliminarJavier yo vivo en Puerto Varas y he escuchado variadas historias sobre Monte Verde y mi impresiòn es que por ser chileno es que nuestras autoridades no le dan el reconocimiento y lugar que merece en la historia este asentamiento humano. No es nuevo que alguien se roba los objetos arqueologicos que se encuentren en cualquier lugar de Chile. Es tarea del Estado recuperar estos objetos .Por mi lectura del Libro de Mormòn se habla de poblamiento humanos de màs de 10 mil años .Felicidades.
ResponderEliminarAntòn
Hola Antón, gracias por escribir. Monte Verde es el sitio más antiguo de América, y está en Chile, suena increible, pero es así. Te invito a seguir leyendo las publicaciones del blog. saludos
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