Tumbas Reales del Señor de Sipán (Mochicas)
La Huaca Rajada, ubicada cerca del pueblo de Sipán, en el valle de Lambayeque, fue un gran santuario de la cultura Mochica. Albergó centros ceremoniales, tumbas, plazas y sedes administrativas.
Este centro fue construido hace más de 1700 años atrás. Esta zona fue fuertemente saqueada por los buscadores de tesoros, pero la destrucción fue interrumpida, gracias a la intervención de una prestigiosa fundación, y el sector fue protegido, declarándola zona arqueológica.
Gracias a las excavaciones realizadas, se logró encontrar una gloriosa tumba de un Rey Mochica. El cual estaba enterrado junto con 8 sirvientes, concubinas y guerreros, además de animales sacrificados, ornamentos, tocados, emblemas, atuendos de plata, oro, cobre dorado y piedras semi-preciosas.
Visitando la tumba del Señor de Sipán, te das cuenta de la gloriosidad con que los Moches adoraban a sus reyes. Los objetos que se encontraron destacan por su detallada y fina fabricación, y transmiten la devoción hacia el rey muerto. Ellos creían que la muerte era un cambio de existencia y que el rey debía ser enterrado junto con sus seres queridos y riquezas, ya que éstas lo acompañarían en la otra vida.
El Señor de Sipán aún Reina en Lambayeque
Cuando muera
Todos mis seres queridos irán conmigo
Los necesito en mi viaje hacia el otro mundo
Ellos estarán cómodos
No podrían vivir sin mí
Nos necesitamos en esta senda compleja de
La vida y la muerte.
Una gran caravana acompañaba los restos del señor de Sipán
Fue un gran rey, un gran poder lo acompañaba
Querido era, grandes hazañas acompañaban su reinado
La huaca había sido construida antes de su vida
Para esperar su muerte
Y seguir venerándolo.
Los orfebres se habían esmerado en producir
Las joyas más valiosas y perfectas
Los sacerdotes se habían encomendado al hombre Búho
Para decir las palabras más certeras al difunto
Pero no habían contado con que ellos también tendrían que morir,
Todos le servían al gran rey
Al guardián de la fosa, le cortaron los pies,
Para que no se moviera de su sitio
Y fue enterrado con júbilo y respeto.
Pero no contaban con que años después
Descendientes oscuros
Intentarían saquear su tumba
Robando los objetos sagrados
Y rebajando el valor real del entierro solemne.
Pero por esas artes de magia de la vida
A solo un metro del cuerpo del señor de Sipán
El huaqueo fue interrumpido misteriosamente
Y algunas personas respetuosas
Lograron hallar intacta la tumba del rey
Transmitiendo todos los secretos
Revelados al mundo.
Muchos tesoros han sido perdidos
Destruidos y fundidos por un par de centavos,
Pero el señor de Sipán aun brilla con su esplendor
Gracias a la magnitud del entierro,
La energía lo contuvo hasta el gran hallazgo
Y ahora podemos revivir la cultura Mochica
Gracias a los restos de sus muertos.
La Huaca Rajada, ubicada cerca del pueblo de Sipán, en el valle de Lambayeque, fue un gran santuario de la cultura Mochica. Albergó centros ceremoniales, tumbas, plazas y sedes administrativas.
Este centro fue construido hace más de 1700 años atrás. Esta zona fue fuertemente saqueada por los buscadores de tesoros, pero la destrucción fue interrumpida, gracias a la intervención de una prestigiosa fundación, y el sector fue protegido, declarándola zona arqueológica.
Trabajos arqueológicos en la Huaca.
Gracias a las excavaciones realizadas, se logró encontrar una gloriosa tumba de un Rey Mochica. El cual estaba enterrado junto con 8 sirvientes, concubinas y guerreros, además de animales sacrificados, ornamentos, tocados, emblemas, atuendos de plata, oro, cobre dorado y piedras semi-preciosas.
Visitando la tumba del Señor de Sipán, te das cuenta de la gloriosidad con que los Moches adoraban a sus reyes. Los objetos que se encontraron destacan por su detallada y fina fabricación, y transmiten la devoción hacia el rey muerto. Ellos creían que la muerte era un cambio de existencia y que el rey debía ser enterrado junto con sus seres queridos y riquezas, ya que éstas lo acompañarían en la otra vida.
Una vista panorámica de la Huaca.
El Señor de Sipán aún Reina en Lambayeque
Cuando muera
Todos mis seres queridos irán conmigo
Los necesito en mi viaje hacia el otro mundo
Ellos estarán cómodos
No podrían vivir sin mí
Nos necesitamos en esta senda compleja de
La vida y la muerte.
Fue un gran rey, un gran poder lo acompañaba
Querido era, grandes hazañas acompañaban su reinado
La huaca había sido construida antes de su vida
Para esperar su muerte
Y seguir venerándolo.
Los orfebres se habían esmerado en producir
Las joyas más valiosas y perfectas
Los sacerdotes se habían encomendado al hombre Búho
Para decir las palabras más certeras al difunto
Pero no habían contado con que ellos también tendrían que morir,
Todos le servían al gran rey
Al guardián de la fosa, le cortaron los pies,
Para que no se moviera de su sitio
Y fue enterrado con júbilo y respeto.
Pero no contaban con que años después
Descendientes oscuros
Intentarían saquear su tumba
Robando los objetos sagrados
Y rebajando el valor real del entierro solemne.
Pero por esas artes de magia de la vida
A solo un metro del cuerpo del señor de Sipán
El huaqueo fue interrumpido misteriosamente
Y algunas personas respetuosas
Lograron hallar intacta la tumba del rey
Transmitiendo todos los secretos
Revelados al mundo.
Muchos tesoros han sido perdidos
Destruidos y fundidos por un par de centavos,
Pero el señor de Sipán aun brilla con su esplendor
Gracias a la magnitud del entierro,
La energía lo contuvo hasta el gran hallazgo
Y ahora podemos revivir la cultura Mochica
Gracias a los restos de sus muertos.
Búhos que viven en los alrededores del Templo.
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